Nunca creíste en mí, ¡Que mal se siente!
Yo era quien te guiaba,
Me humillabas cuando te lesionabas.
Me derribaste cuando te atreviste a herirte.
Estaba contigo cuando sollozabas,
Yo era ese silencio que te tranquilizaba
Cuando entristecías era quien te acariciaba,
Cuando sufriste te abrace.
Mis alas eran aquellas cobijas
Las mismas que te daban su calor.
¿Recuerdas cuando te dejaron,
En aquella vieja banca del parque?
Eras una hermosa niña
¿Cuántos años tenías? ¿Cuatro?
Recuerdo que te estreche entre mis brazos
¡Tú podías verme!
Reías cuando estaba contigo…
El tiempo pasó y me olvidaste
Ya no me veías, cuando te hablaba
Ya no me contestabas...
¿Por qué, a casó te hice daño?
Ya no me hablabas ni te acordabas de mi.
Ayer lloraste sola en tu habitación,
No dejaste que me acercara,
Me preguntaste porque te abandoné…
¡Nunca lo hice!
Pusiste una gran barrera
Que mis alas no lograron derrumbar,
Ya hace tiempo que olvidaste nuestra oración,
Tomaste aquel objeto a la altura de tu corazón
Te grite con todas mis fuerzas,
Grite Infinidad de veces que no lo hicieras.
¡Todo fue en vano!
Cuando entre, era tarde,
¡Ellos lograron rescatarme!
Se que el dolor te invadía,
Fue tan doloroso saberlo, y, lo fue aún más
Cuando él decidió abandonarte,
¡Yo nunca te abandoné!
¡No me pediste ayuda!
Antes lo hiciste, ¿Que pasó?
Ayer me olvidaste...
¡No pude detenerte!
Decidiste dejar todo…
¡Nuevamente falle!
Ahora tú me abandonas,
Hoy cambiamos los papeles
La eternidad es larga...
Se que estas conmigo, puedo sentirte...
Hoy te tocó verme sollozar
Y lloré, puede recordarte,
A mi también me abandonaste
Y no caeré en el abismo...
Se que estarás conmigo...
Hoy lloramos, lo sé...
En la habitación hizo frió
Y el viento me tranquilizó...
No estés triste mami,
Estaremos juntas siempre.
E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS.
SEMPER AMORE
