Soy la errante bruma que te rosa la piel mojada,
El juguete que se ahoga de dolor bajo una almohada,
La sombra temblorosa del escalofrío silente,
La mujer a la que le brindas un tiempo demente
Soy tú deseo, aunque sin piel, aunque sin alma…
Soy la mañana, soy la noche y en ocaso también el alba.
Te revuelcas entre sudores de profanas tabernas,
Y a tu llegada me desgarras las indumentarias
Mientras riges entre los bosques reinando entre precarias,
Te crees dueño de mis praderas, te piensas amo de mis culatas
Odio tu cuerpo putrefacto tan lleno de candor inexacto,
Odio tu agria voz apuntalándome sin pleno sentir, te venero
Eres caricia de raro furor, te piensas sano y seguro a mi amor,
Odio esa voraz caricia que me recorre el cuerpo tan dentro
Y ese mohín rastrero que demuestras en el encuentro.
Me canse de ser tu fiel cariñosa, ser la mujer piadosa
La de esperanza incansable a tu permuta inestable,
Extenuada, tan delirante por ser la muñeca creyente.
Hastío tu menguante mentira fingiéndote decente,
Detracto al ser. Injurio perenne a tu efigie de amor carente.
Tan oscuro como negro, tan nefasto como alegro,
Maldito seas, vagabundo ser indolente, maligno ente
Maldita tu usura, que me lleva arrastrando entre basura,
Maldita profecía, cuando me dijiste quiero que seas mía,
Maldita mi figura, por aceptar tan segada a la amargura
Tan maligno como ego, tan voraz como el temible fuego…
Maldito seas, maligno sentir,
Proterva tu vida en mi eterno vivir…
E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE