miércoles, 8 de diciembre de 2010

Pena



Dulce pena de embeleso, 

Llegas para violentarme. 
A veces sollozo en tu regazo, 
Y otras clamar no puedo… 

Resulta nefasto mi impuro dolor 
Pero me desquebrajo en sosiego 
Y te busco. Y no te encuentro 
¿Donde estás alegría? 
¿Donde estás vida mía…? 

Lapida mi amor a la pared… 
Llena mi rostro de serenidad, 
Y enjugando mis manos a tu altar, 
Dame de tu dolor, el descanso eterno…

Vierte tu furia en mi… 

Encoge mis ahítos con tus tinieblas. 
Pero no enfurezcas mis querellas… 
Me envolveré por ti, mientras tiemblas, 
Y sanarás del mal, que de mí padezcas… 
Entonces, nos hundiremos al oscurecer el día.
Y tú, y yo. Seremos bruma, silencio y melancolía

E. B. R. (*S.G.*)

DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE