jueves, 9 de febrero de 2012

Carta suicida…




Te escribo esta carta amigo mío porque ahora todo anda mal, y así, te envío entre líneas nuestras memorias, todos los recuerdos bellos que en mi mente se hacen laguna, aquellas remembranzas que no quisiera que se perdieran conmigo encerrándolas en la nada, en un cajón obscuro, de donde igual que yo, jamás saldrán. No sería justo…



Debo confesar que mi vida siempre fue diferente en cuanto a muchas, pero no me arrepiento de inconfesables días, o cuando todo parecía nefasto, pero más sin embargo cada momento estuviste ahí, cerca o alejados por un gran espacio, donde nuestro único medio fue una computadora con internet, con la que reímos, lloramos, donde compartimos y plasmamos nuestro mundo en versos, adheridos al mismo espacio que nos alejaba de los crueles días y le daban calor a nuestras noches frías.

Tal vez jamás nos dimos el tiempo suficiente para vernos de frente, tal vez solo fue que vivíamos tan alejados por, no sé cuántos cientos o miles kilómetros como hasta el día de hoy, pero valla eso no importa, sigo aquí, aunque debo de manifestar que no por mucho, pues cada momento que pasa es un desliz de mi vida, no llevo mucho así o tal vez sí, no lo recuerdo, tengo el corazón hecho añicos y las lágrimas corrompen mis mejillas, es tan grande este dolor que el pecho parece estallar, y este insípido nudo en la garganta me ha quitado estos últimos días el habla, no tengo ni ganas de salir, de probar alimento alguno, siquiera de pararme de mi lecho desde donde espero en estos momentos.

Te escribo esta carta, porque ya no puedo más, te envío mis líneas antes que te empiece a olvidar, y no; no me lo tomes a mal, mi tiempo se agota y le llamo suicida pues pareciera que yo lo estoy provocando, pero no es así aunque yo sola me pierdo en mi misma.

A veces no sé si estoy viva aún, o todo lo mío termino hace ya mucho, nada de lo que me rodea parece ser parte de mí, tengo muchas fotografías colgadas en los muros de mi recinto, con caras que no recuerdo, pues apenas recuerdo quien era yo…

En veces, en chispas vienen memorias bellas a mi mente y corazón, que sacan una sonrisa de mi pálida cara, otras que me hacen llorar y te puedo decir que anhelo esos días, los que sé ya no vendrán; entonces, vuelvo a ver aquel abismo donde tumbarme a llorar, es lo único que puedo perpetuar…

No quisiera perderme en este mundo cruel, donde todo es oscuro y nefasto, donde no hay nada, donde ni siquiera yo y si es así, no me reconozco, no quiero ser parte de la nada donde me encuentro, te lo juro que no.

Te escribo esta carta, porque eres de quien si me acuerdo, de quien aún pese a los mares de mi mente, aún tengo presente y me hace regresar del sueño oscuro, a escribir algo de quien fue la historia que no recuerdo. Sé que ya no regresaré y no sé si estaré conforme, pero anhelo recuerdes tú, tu que estas bien, y pese a que no te recuerde, será un gran honor volver cada día a conocerte…

Gracias amigo mío por todo el tiempo que te conocí y gracias también por cada día en que lo vuelva a hacer.




E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE