Ahogado un llanto en el pecho, crecen desgarradores sentimientos de soledad, donde no se puede, ni se pudo decir, un te quiero, un te extraño o te amo, y no porque no se deseara… Sentí tantas veces esa ira incontrolable por gritar, más mis sentidos corrompían estos deseos, pero de entre mis labios ni una palabra emanaba… Sentí miedo en incontables momentos, y aún así seguí en pie…
No temí el dejar ahítos sin voz, pero dolió tanto que fuese así, pues es soñar sin un camino, es gritar sin sonido, es como despertar a media noche y no ver el brillo tan inmenso del día, con el ánimo de querer dormir nuevamente.
Y ahí entre horas eternas de desesperación, siempre estuvo un ángel cuidando mi recinto, donde yacía en momentos inquieta, en otros yerta, nueva hora, nuevo ángel. De ningún modo quedé sola, aunque la impotencia de no poder gritarlo me acongojaba, ninguna vez quedé sin compañía.
Nunca se piensa andar sin palabras para el mundo, ente Dios como testigo juro que jamás lo hubiese querido así. Tantas veces anhelé pedir un poco de tranquilidad, decir cuan feliz estaba de tenerlos cerca, más la vida no me lo permitió, y aún así, en estos momentos, no me puedo despedir, siempre estarán en mi corazón y los cuidaré donde quiera que esté.
El luto se lleva en el alma, lo sé, pero no puedo más y el llanto se deja ver, al mirarte ahí sin mirarme, sin decirme, sin quererme tocar, anhelo me regañes y me digas que todo estará bien, pero solo murmuro, cuanto más no te diré, cuantas veces enmudecí sin tener un impedimento real, o cuanto no quise ir para estar contigo en algún momento, créeme, no fue porque no deseara, aún siento este nudo en la garganta… Te extraño ángel mío, y pese que aún estas ante mis ojos, no puedo evitar sentada aquí a mi lado diciéndome todo lo que no se pudo. No sabes cuánto te admiro, no te imaginas cuanto te amo…
Quiero llorar, siento escalofríos, ¿Has sentido como se desgarra el alma? Seguro que sí. Y así me siento, pero no quiero llorar, pues se que estarás mejor, y pese a que sabía tu adiós, aún no me acostumbro a decirte por siempre. Extrañaremos tus momentos a nuestro lado, las risas y los llantos, cada momento, a cada paso en cada hora estarás en nuestros corazones, en nuestras mente, porque fuiste y seguirás siendo de nuestros días la luz y de nuestras noches cobijo, porque representaste en nuestros corazones al amor puro, porque fuiste quien nos unió en cada momento, porque fuiste, tía, abuelita, amiga, madre y guía… fuiste de toda alma que bajo tu sombra se acerco, el arcángel que con alegría ayudó.
Descansa en paz mi querida Susi…
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE
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