Vibra silencio, basto, sonoro,
Estas lágrimas te imploran,
Lacerándome la piel.
Te cuido desde penumbra,
A tanta distancia, viva en mí,
Y tú, ebrio en placidez. Radiante…
Eh inventado tantos sueños juntos,
En tanto miro esfumarse los días,
De… No sé cuántos años.
El tiempo no ha pasado en ellos.
Te sigo amando y este amor no acaba.
Te sigo añorando, la ilusión no sucumbe…
Este rincón baldío, ya guarda mi esencia,
Tantos minutos agónicos esperando vuelvas,
Y los días sempiternos ahogándome la piel.
Amores lucidos, han tocado mi puerto
Pero sigo tan unida a ti, y en el tiempo,
No maldigo a quien te arranco de mi lecho.
Eh marchitado el alma en esperarte.
Gélida gota me cruza la espalda,
Cierto escalofrió grita tu nombre
Mientras me recorre la memoria.
Los pilares que me mantenían de pie,
Han envejecido. Brumas turban el entorno,
Aunque a fuera el mundo viva despejado.
Las remembranzas me tiemblan…
Y en mi sueño tú, acunándote en mi lecho.
Trinos tenues anuncian mi gloria,
Ahora todo parece obsoleto.
El frío silencio enmudece mi alma
Tras bambalina de ilusión,
Escribo mis memorias en terciopelo negro.
Una lagrima ahogada
Y un te amo de mi reacio pecho,
Me han enviado al edén donde,
Desde hoy, y para siempre…
Cariño mío.
¡Te espero!
S.G.
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