martes, 26 de marzo de 2013

Reír llorando…

Lamo éstas mis heridas férreas
Que el tiempo me ha regalado,
Y empapo de lágrimas las hojas,
Del presente poemario relegado…

Quiero acariciar la sombra de quien fui,
Reír con este llanto que me cala el alma,
Quiero estremecerte, insomnio calmo,
Llorar entre risas, vivir sin tantas prisas…

Pupilo de mi ser inerte, 
Mi alma regocijo al verte,
Reflejada en mis muros,
Mis palabras son de claros rumbos…

La piel se me va del alma,
Marchita el rosal, que mi ayuda aclama,
Más las fuerzas se agotaron,
Solo en la senda voy llorando…

La muerte es mi rayo misterioso,
Ya no le temo más, di de mí, todo,
Todo y más de lo que pude dar, 
Amigos, sueños acusados y 
Conocí también lo que es amar…

Reír llorando, el anhelo que me queda,
Grandes amistades que no veo,
Que jamás… Quizá, cálidamente abrace, 
No admiraré sus luceros cuando lluevan,
Mas aquello no me impide ser de ellos presa…

A veces siento volar, cuando retorno
A mi recinto tibio, y vuelo sin alas,
Te busco ansiando siempre conocerte,
Pero regreso en mí, pues no eh podio verte.

Me atañe tu mundo, aunque no lo creas,
Vivo pensando en ti, preocupándome, amigo,
Pues deseo que comprendas que cuentas conmigo,
Reír llorando no basta, aunque sin duda…
A tú diestra, en ocasos sin proeza… me recreas.

S.G.
Todos los derechos reservados.