Invento mi mundo lejos del Tormento,
Mi corazón es mar de quimeras que encuentro,
Andariega mi libertad, la caricia de esta dicha,
Gano, pierdo, recreo con el sutil aliento que me ficha,
Inundo los fervores solo de ti, alegría o desdicha,
Nací para pisar fuerte, guerrera de luz sublime y eterna,
A fuego y humo, mis razones consumo, en flor que inverna.
Cohabito campiñas serenas,
Imperiosa, a veces lúgubre,
Obelisco de ilusiones eternas,
Noche de analogías mundanas,
Entre prados me recuestas vida,
Soy sierva que te cuida y cubre.
Procuro disimular querencias y dolores,
Opacada, mutilada sin mohines superiores,
Denigro al llanto en el que al mundo canto,
Enredada en el hollín del frío y negro manto,
Riendo va mi rostro, siempre lleno de encanto.
Obsoletas quimeras que traicionan al llanto…
Soy Oscuridad del campo que sin miedos
Ama Con locura, sin afanes, sin trémulos, ni credos
Miel Unica que frustras la vida mía sin entereza y ni alegría...
Erra La luna entre mis pasos noctámbulos de apatía,
Nota Tras mi mirada siempre, mi eterna antipatía
Tisú Angelical que no me deja, ni sombra de medio día
Ecos Sonoros que en el alma acallo, por no admitir en cofradía…
……………………………………….....……..Mi perenne cobardía.
S.G.
Solo en mi lecho de muerte,
Me hallarás sutil y silente...
Todos los derechos de autor, reservados.
18/Enero/2014
