Estabas ahí, en la lobreguez… y no puede verte,
Más cariño mío, me abrazaste vorazmente,
Sentí tus alas cubriendo mi cuerpo inclemente,
Me rodeaban tus manos el pecho y el vientre…
Volé a tiempos lejanos, entre recuerdos vagos,
Suspire tu aroma, te recordé, te vi entre sagos…
Sigues conmigo, jamás te apartaste de mi lado,
Calmaste el sufrimiento de mi pecho agitado,
Ayer te aclamé y me ceñiste a ti, mi bien amado.
Anhelo volver a verte, pero mis ojos se cerraron,
Huí tanto tiempo de ti, que mis quimeras cejaron,
Somos uno amor, seres que nunca se ataron,
Somos esto vida, seres que siempre se amaron.
En esta madrugada te espero de nuevo,
Sabes que esta subsistencia, solo la conllevo,
Más cuando regresas a mí, me conmuevo
Siento tu calor, tu aroma, oigo tu voz y me renuevo.
Sé que estás conmigo amor, en este infinito,
Sé que me das fuerza y me colmas el instinto,
Pero necesito tu cuerpo vida, y en mi mente te pinto,
Pero soy la esclava del tiempo pues fuiste ingénito.
Te esperaré, callada y ausente, te esperaré inerte,
Más si acaso a mi lecho no llegaras, no lo dudes vida,
Buscaré como loca tenerte, aunque eso fuera mi muerte,
Y te hallaré en la eternidad aun sabiéndome de ti... perdida.
El amor es infinito,
Y parte del instinto.
Todos los derechos de autor, reservados.
19/Enero/2014