Desde mi infinito te admiro,
Imaginando todo lo que miro,
A veces cavilo inhalar tu mundo
Murmullos resonantes en mudo.
Aguda es la dimensión entre plenos
Noctívago mentor, sonriente en trenos.
Titilan mis enigmas ante ti, por solo verte…
Erudita es mi utopía, lejos de aquí, sin tenerte.
De luceros engalano para ti, mi confinada mente,
Extenso manto que así, increpado, trota en muerte,
Mío, ¡Mi párvulo vate! Razón querida que no me abate,
Insomnio mortal, crédula es mi razón y sin debate.
Sonríes y tu orbe a mate, de albor se entinta,
Inundo tus noches aunque yerre ya casi extinta…
Luz distante, demente, ¿Por qué te veo diferente?
Ubicuo terrestre que estás mis entrañas presente,
Soplo estelar gallardo, mi ser de extinción carente,
Incauto serafín silente de alma alada, enamorada.
Obeliscos formo con estos intensos anhelos
Nubes supremas adornando de ti los suelos,
Estoy aquí, atrapada entre tanto espacio,
Suspirando a tu oído mi delirio… muy despacio.
Sin
que me veas, a tu lado voy.
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26/Febrero/2014