viernes, 7 de marzo de 2014

Kotoliloni


Silente va mi mente, terciopelo negro que inunda mi alcoba con gardenias y velas rojas, donde espero sutil que mi corazón escojas… Efusivo amor inerte, que me llevas por veredas y no me dejas verte.
Ya llevo en el paladar el sabor amargo del hierro de tu piel, ya tengo muy marcado en el pecho la profunda herida de tu falsa miel…
¿Qué más quieres de mí? Si eres mi murmullo cruel.
Sostuve tu corazón entre mis manos… jamás le dejé caer, lo cubrí de la lluvia, del fuego, del frio, le hice siempre vencer. Y tú en tanto, con furia desmembraste mi cuerpo, me dejaste desangrando y te fuiste con el tuyo intacto, me has tumbado el sentimiento con mortal impacto…
¿Y que gané yo con tanto pacto? Todo perdí, me lo quitaste sin pizca de tacto…
Quiero gritar al cielo que te torture por pecado…
¿Pero que gano amor?
¿Qué gano si para ti, mi amor fue vano?
¿Qué gano cielo? Si ya pasará mi desconsuelo.
Me voy cariño, me voy  de tu presencia recogiendo cada parte de mí, y lo que fui para ti…
Del suelo.

De todo… ¡Nada!
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07/Marzo/2014