De recuerdo hoy te visto,
Y a mí inexistente dicha envisto,
¿A caso de lejos me has visto?
¿Sientes mi dolor o te asisto?
Tú, que ahora lloras el ayer,
Tú, ingrato dueño de todo y nada,
¿Qué buscas en tu cama cada mañana?
¿Esa calaña te da lo que yo, a cambio de nada?
De risa incauto, va mi cuento en canto,
De rosa soleado va tu rostro bañado,
¿Y de cuanto orgullo nos hemos llenado?
¿Y cuántos placeres de miel nos han colmado?
De amor hice bordas en tu puerto,
Te di la gloria sin dejarte tumbado o muerto,
¿Y qué carajos gané yo con tu falso tonto encuentro?
¿Y qué demonios hago aquí, esperando reencuentro?
Te escribo, te esquivo, pues a tu lado no vivo,
No vivo por tenerte, ni vivo ahí… tras sombra contigo.
¿A que me espero, a que ahora me creas lo que digo?
¿A qué te esperas, que ganaras siendo pobre mendigo?
Llegaste y te fuiste, aunque juraste tanto todo
Reíste, gozaste, procuraste no llorar por tan poco…
¿Dime ahora que se siente ahogarse en el lodo?
¿Y cómo está tu almohada, perfumada de amor loco?
Si te fuiste, si te alejaste, fue porque así quisiste,
Si encontraste, si perdiste… Amor así lo decidiste…
¿Y qué te digo, te cuento acaso a que jugaste a lado mío?
¿Y…? ¿A quién ahora lloras, al recuerdo, al acto o, al olvido?
S.G.
Ange déchu!
De todo… ¡Nada!
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21/04/13