lunes, 21 de abril de 2014

Perro sarnoso…


Oculto entre frescas flores de nardo, lame sus profundas y malolientes llagas. Augurando va fingiendo dulzura, entregar fatal amargura es puntual locura, perro sarnoso que presume ser puro y candoroso.

Ayer de gloria se vestía y, en las cumbres de verbenas se desvivía luciendo su falacia gallardía… ¿Qué tanto triste tiempo le duro el falso trasto? ¿Ahora feliz vive montado en su astro? Supongo que la amargura era lo que sobre todo anhelaba, el amor y la dicha, ¡No! no era lo que a su mundo llenaba… ¡Qué gran júbilo sentir que encontró el sinsabor que buscaba! Pues al final el perro sarnoso, vive feliz entre la sombra del insomnio tempestuoso.

El cálido brazo que lo acurrucaba en sus noches de desvelo, fue desahuciado entre las sombras del olvido; sosegado, apesadumbrado, de lágrimas ahogado para al final sucumbir agónico en funesto rincón frustrado… Ya de años le lloraba gotas de sangre al desganado animal salvaje, se perdía en sus deseos amorosos, y entre nubes rosas se iba de viaje… Desequilibrada perdida… 

Más firme ante cualquier tempestad no se hincaba, ni desistía, aún si sabía que el paso era falso, al ir cayendo sonreía, metía un poco las manos para amortiguar la caída, pues al final se levantaba y de frente seguía… Enterada estaba que aquella bestia no le pertenecía, pues jamás le dio alguna prueba, solo esperaba una pequeña evidencia de cariño eterno, de esos que no se hacen por respeto al coexistir del cuerpo.

Ahora vive el perro conquistando nuevo corazón, quizá sano, quizá no… Para que cuide de él y de su afanoso pasado, más sabe que no puede volver el tiempo atrás y que esta nueva conquista puede ser su última alternativa, pero vive segado ante sus ayeres, aún al otro nido quiere, aún la tiene cerca en cuerpo y mente, tienen redes imposibles de borrar, lazos que de por vida los van a atar. ¿Y qué quiere ahora, vivir de dos el malora? ¿El pasado y el presente juntos, para ver a quién de verdad añora? Ante todo, tuvo a su lado una mujer con fuego vivo, a quien llamara mi señora, ¿Pero eso quien lo valora? 

Ni presumido, ni presumiendo, que de pena se vio confundido y ante sombra se fue mintiendo… Un perro frágil jugando a ser lobo ágil y asesino. 

¡Que dicha consiguió lo que quería! Libertad, de noche… de día. Libertinaje es lo que pedía.

Y ya se topó con su destino,
Pero al pobre le falta aún…
Trotar tanto su tonto camino.
S.G.
Ange déchu…
Lo que queda, solo quedó.
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21/abril/2014