sábado, 7 de junio de 2014

Decirte amor.



Quisiera dormir eternamente
Teniendo de ti el mismo sueño,
Donde de nuestro destino,
El tiempo no es el único dueño,
Donde de ti no existe el espacio,
Donde te miro el andar reacio.

Más luego quiero morir despacio,
Sin ruido, sosegada, para que nadie 
Se entere que del universo he partido,
Que el cauce de la vida he perdido…
Por si alguien más buscaba en mí el nido.

Y si después de todo cariño mío,
Si después, en algún momento,
Por un pecho herido, por ser atento
Con locura, por proeza o tormento.

Si algún día a mi lecho arriba tu pecho,
Y con todo derecho así, de olvido 
Enferma el ruido del silencio entristecido,
Que perdones te pido,
Todo el mal que de mi desdén…
Se habrá esculpido.

Y te esperaré también allá, 
Donde el silencio nunca acaba,
Donde la sombra es la voz tenue 
Que me alumbra el desconsuelo.

Te escribiré, lo prometo, día a día lo haré.
Con tinta del alma glorificaré tu nombre,
Contaré la historia de la endeble vida mía, 
Donde se fue durmiendo, lo que tanto anhelé.

¡Espérame! Dijiste un día… ¡Volveré!
Con décadas de crudos y raudos inviernos 
Se derrumbó la promesa de volver a vernos.
Borraste la locura azul alborada de mis cielos
De celos volcaste la esperanza, con tus infiernos…
Mas dejo en mis noctámbulos encuentros
Todos los recuerdos bellos, los minutos cuerdos.

Ya he caído enferma de tanta agonía expuesta,
Ya he preguntado una y mil veces. Sin respuesta.
Más no detengo lo que hasta hoy de tu ser tengo, 
Y la incongruente razón de mi ser 
Hacia el abismo estremecedor llevaré,
Pero no olvides alma mía, que aún espero,
Y que si me he perdido, no fue con esmero,
Sólo fue el abismo que acalló a mi desespero,
Sin ti, acurrucado como tantas veces vi…
En mis solos y pirados sueños.

S.G.
Murmullos de ti.
Todos los derechos reservados.
29/05/2014.