sábado, 7 de junio de 2014

Soplo en vida…


De aliento yerro,
Suspiro yermo,
De mal férreo;
Sin dicha mermo…


Enfermo canto,
De llanto remiso,
Un satírico sumiso
En desvarío ligero,
Ardiendo en desvarío
En desafío, tiñoso velero.


De lucro, luto,
De pena enluto,
Magro y si disculpo,
Mi sepulcro esculpo.


Sarcástico enfermizo,
Denigrante hálito lascivo,
Absurdo, cruel decisivo,
Agudo pasaje corredizo.


Hierro en el tonto pecho,
De acero la espina, mal trecho,
Un reconcomio desecho;
Sin su justo derecho,
Con su pavura afecho…


Ahogo carmín a cause,
Aunque la vida no alcance,
De congoja yermo y distante
Sin ímpetos, ni de instante.


Que inclemente, 
Marcha tan demente
Silogismo de simpatía errante,
Viaja de aquí para allá, y delante…


Consagro vida por postrimería,
De todo, a eclipses de alegría,
Solloza simpatía, que agonía…
Sólo sombra vil ensordecida,
Vaga trastornada enmudecida,
Y de nuevo así, de lloro anochecida.


En mutis me descalzo del mundo,
Quebranto doliente profundo
Borrascoso, arrogante y profuso,
Tono vivaz febril, cálido confuso,
Caótica sorpresa, sin poca entereza,
¡Qué pena, qué dolor, qué tristeza…!
Así sucumbió la proeza, ¡Qué pereza!
Otra utopía sin certeza, ni destreza.


De lumbre se cubre la cumbre,
Empapando de ceniza la razón,
Pero no hay desazón que tumbe, 
El brío de un corazón sin derrumbe.


S.G.
Je suis l’ange dechú.
Todos los derechos reservados.
31/05/2014.