Y entraré cual vendaval gélido hasta tus aposentos,
Desollaré vuestro cuerpo, mientras sutil, alimento mi pupila
Con el carmesí de vuestra sangre...
Y regocijaré mi larga cabellera,
llenándola del oscurecido brillante...
Rubí liquido...
Caminaré a tu entorno,
Mientras tu cuerpo se desangra...
Taciturno...
Y ahogaré lisonjera,
En hálito delicado en brío
Que exista en vuestro ser...
Entonces dejaras de ser estrella,
Dejaras de emanar brillo...
El amor fenecerá... en vuestro mundo...
No esperes la llegada de esta sierva de ocaso
Solo llegará, en cuanto menos le esperes...
Cuando menos lo quieras, llegaré hasta vuestro lecho.
No tendrás escapatoria... Sucumbirás...
E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE
