miércoles, 27 de julio de 2011

Del dolor, llanto


 
¡Denigra mis penas, que mi llanto quede!
Mientras declino mi olvido a tu dulce voz.
Pues más, esta impaciencia no puede…
Marcho, parto, ya no escucho este corazón
De donde algún día fuiste mi fariseo sereno.

Pálida sombra doliente, de cuerpo inquieto,
Que vaga yerto, que viaja yermo, vivo, enfermo,
Camina, escucha y calla, ya no sé si duermo
Se agota este cuerpo en cada lágrima muerta.

Mi alma está desnuda, sigue a tus pies.
El cuerpo atado a un suspiro en tu puerta,
Donde duerme, en que me tienes presa amor,
Amor de ti, amor de mi… amor de uno, amor de dos…

Desasosegado mi silbo grita, a tu oído sordo,
Y tu celo incierto, tu odio me observa, me envenena…
Aquí sigo, en cielo, en mar, en tierra,
Aquí sigo, entre arena, bruma  y faena,
¿Cómo odiarte mi dulce, amarga condena?
Si todo lo mío es tuyo y yo de ti…

E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE