En demencia, mi cuerpo llama tu vos,
O quizá el dulce néctar de tus labios sempiternos,
Aquellos que seducen mi locura, en procaz recuerdo.
Mi eterna amargura.
Y en delirio...
Sentencio tu nombre,
Luz o sombra, piedad o discordia....
A la muestra de mi amor; A ella...
Que solo figura una sombra en tu memoria.
Seguimos aquí, haciendo charcos de paciencia y llanto,
Donde no hubo alegría, existió tu funesto gesto insensato ...
Y ciño mi rostro a tu pulcro, donde fuiste abismal risueño...
Mi cielo y gloria, mi dicha y mi edén, únicamente mi sueño...
Y... Eternamente, mi todo, mi único, dueño...
E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE
