Escucha las hadas increpar,
En seto vivo oculto de mí andar,
No asomes las manos al virar,
La demencia te anhela atrapar…
Cuervos alumbran aquellos caminos,
De rojo amanecer y tinieblas blancas,
No eches a correr, escucha oscuro vaivén,
Inspira sin detrás mirar, no te saben llevar…
Moras en el bosque del impaciente frenesí,
En que las sendas fundan valles sin color,
Corazones deformes, que el rencor aturdió,
Bosque de porfiados, que idolatran la crueldad.
Despeja los ojos, no te dejes transportar,
Entrega tu entelequia y concede el corazón,
Que esta penumbra, nos empieza a dominar,
¿Sientes alimañas en tus venas bramar?
No acongojes corzo amigo, te escucho galopar,
El trino de avecillas, me intentan hechizar,
Voy por grises borrascas, pero he visto el final,
No renuncies fiel cariñoso, ya vamos a llegar…
Mira las flores deslucidas, ahora vuelven a brillar,
No estremezcas, no asistas de nuevo la marcha atrás,
Silencio total…
Una briza matinal recorre nuestro cuerpo,
Los cielos tranquilos, han parado de llorar,
No vaciles la mirada a las estrellas,
Que con su canto te ambicionan acunar…
Cierra los ojos, soberano afecto has alcanzado
Himnos honrosos cortejan tu marcha triunfal,
Olas de mar, te van coronando de aroma matinal,
La vida te da la bienvenida, a tu mundo espiritual.
E. B. R. (*.S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE
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