Entre castigo y condena,
Rocío de mañana, que engañada vivió
Encerradas sin dicha, con pena…
Suplicio del alma, entre juicios sucumbió.
Una reina izada, en partes disimiles en duma,
Nacida bajo cuna, bordeada de flor y luna...
Árida en destemplanza, que al tiempo la voz aplaza,
Niña, madre, anciana. Cálida, sutil enseñanza
Gimiendo ruego, a veces furia, a veces templanza,
Enigmática como ninguna, de oración, esperanza,
Lúcida sencillez que mi lecho al infinito lanza…
Miradas chispeantes bordan plegarias,
Ilógico de imaginar, lo que por el mundo harías,
Son tantos y pocos recuerdos que atrás, mirarías,
Trípode ente triunvirato, soy de ti, soy tu, a mi lado,
Ilusiones coléricas, que inventan inerte al ser alado,
Caminos tenues que dejan de la voz, silencio anhelado,
Optimates vitae eternita… La gloria se va helando…
Silencio, que nadie sepa que lo domino
Olas tempestuosas brillan ante tal dominio
Yagas yacen y marcan la cruz, corona de alivio.
Mírame entre tinieblas, entre luz y sombra,
Odio, amor, cólera, dulzura, locura que sobra,
Risos de lujuria, lasos de amargura, que con manto cubra,
Ganamos, perdemos, somos todas y ninguna, en solo una,
Años van, veredas vienen, de la vida la sombra acuna,
Nunca me nombres, si no sabes lo que tú alma apura,
Añoranza, destemplanza, tu corazón mi cálido… cura.
Solemne trazo, amor y lazo
Ondeante la espada de la verdad en el brazo,
Yugo demente que marcó, la vida sobre la muerte.
Wicca soy, ante ente, entre el cuerpo inerte
Ignorarme para verme, llámame para perderme.
Canta el viento, una muerte que no comprende
Camino entre llamas del infierno y voy al cielo
Atendiendo a quien, con mi espada… merece duelo.
Recuerdos, sendas del ayer…
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06/Enero/2014
