sábado, 1 de febrero de 2014

Hola y adiós.


Me he decidido a escribirte,
Pues hay tanto que quiero decirte,
No puedo evitar considerarme triste,
Y no es tanto porque de mi te fuiste.

Sé que mis letras, jamás leerás,
No sé por qué me agito, jamás lo hiciste…
Se también que a mi lado no volverás,
Pero sabes, no te espero, ¿Que chiste?
Para que insisto, si te bajaste de mi tren,
Y lo hiciste pues, ya te esperaba el otro…

Más no te culpo, ni me inculpo,
Pues si lo hiciera me causaría tumulto,
El corazón lo llevaré sosegado, oculto,
Tus malos momentos los disculpo.

No te odio, suficiente te odias tú,
No te maldigo, en cambio te bendigo,
De corazón te deseo, todo bien mi amigo,
Olvidaré, que solo jugaste conmigo,
Me rio, porque así ha sido siempre el destino,
Y para tu desgracia andamos el mismo camino.
Espero y no, con tus propios pies tropieces,
Porque no estaré ahí, para que no cejes…

Quiero contarte al oído que aún te amo,
Que sientas cuando por las noches te llamo,
Que soy solo una sombra, y en susurro te aclamo,
Que en las noches sufro, cuando todo está calmo.

Pero no mi amor, no es por ti,
Tanto dolor no es por ti, si no por mí,
Pues no tuve el valor de alejarme de tu lado,
Pues te apoye pasando incluso sobre mí,
Caí bajo, me arrastre en el fango por hacerte feliz,
Y más te alabo, porque te apartaste airado,
Creyendo que me dejabas, por tu adiós… Infeliz…

No te tuve, ni te perdí…
Todos los derechos de autor, reservados.

01/Febrero/2014