Susurro a tu oído, sutil
te acaricio
Oyes atento, quizá
sin tanto instinto
Y lejos del desquicio,
el corazón te entinto.
Le llevo a tu tristeza
flores,
A tu corazón le ciño
entre colores.
Tierno querube,
abraza los fulgores.
Ríeme, víveme, ámame,
Invéntame y si te
encuentras mal solo háblame,
Pues soy tú guía y
sin pensar, te daré mi alegría.
Los tiempos no han
cambiado, por doquier hay agonía
Estamos en un mundo
cruel, acosados por la apatía
Devastarnos por su engañosa
vía, es vulgar osadía…
Intenta no ser lo
que siempre fuiste,
Obsesivo o impaciente,
no condenes lo que hiciste
Si sufriste, si lloraste
o si por error perdiste.
Ama tu vida, que es
lo único tuyo
Estoy aquí si no
sabes por donde, o como…
No soy para ti vital,
pero entre lluvia seré tu domo.
Calla, seca ya esas
tus lágrimas,
A la vida dale tu
más grande sonrisa
Riega tu jardín sin
esgrima, ni prisa.
Nada, ni lo bueno,
ni lo malo son condena,
Aférrate a tus
valores y llévalos como cadena
Deja el ayer a
donde debe, abre tus alas sin calma
Agárrate del viento
y deja volar con él… tu alma.
No
hagas del dolor tu condena.
Todos
los derechos de autor reservados.
18/Febrero/2014