No es posible con mis vehemencias callar los ríos,
Los bríos del astro sol, Jamás han de ser por mí opacados,
Ni el fuego del infierno, ni la gloria de lo siempre eterno,
Simplemente no puedo frenar al mundo, por escueto trueno.
Grito en silencio mi pávido tormento, me hace la vida cuento,
Un susurro sosegado, un arlequín cernícalo de ironías jurado,
Un coloso dormido, de crudo invierno disfrazado… Aminorado.
No soy lobreguez, ni soy albor, soy composición en dualidad,
Soy dúo, soy trino, soy sereno y soy borrasca, lo que me nazca,
Soy mortandad y vida, pero no manipulo, ni por tono confuso
Soy quimera y realidad, algo cabal de proa a popa, no inconcluso…
No es posible frenar a los demonios de una mente atormentada,
Pes la vida tiene sus verdes y sus ámbar, la gloria distorsionada,
Para bien, para mal, para todo y para nada, una gloria disonada.
Empapando de murmullos la mente enfrento, susurros etéreos,
Anidando los tormentos, con flores negras, de aprendices reos…
Que tumulto hace la voz de un mundo insulso, un férreo insulto,
Y no proclamaré ni justo, ni injusto, lo que de uno es falso indulto.
S.G.
Je suis l'ange dechú!
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31/05/14
