Y si muero
¿Quién me lloraría?
A caso
¿Alguien me extrañaría?
Indecisa en
noches, camino por sendas discordes,
En donde
solo escucho los crispados gritos del silencio,
Pálida
sombra doliente de entidad fatigante,
Que vaga
yerto, que viaja yermo, frígido, enfermo,
Acuno mi
alma al mundo, y el cuerpo al vacío.
Camina,
escucha y calla, ya no sé si en ocaso duermo,
Se agota el
cuerpo en cada entrega de mirada muerta.
¡Denigra mis
penas, así mi llanto queda!
Hoy menguo
mi olvido a tu dulce voz.
Pues ya más,
esta impaciencia no puede…
Marcho,
parto, ya no escucho este corazón,
Del cual
fuiste, amargo, fariseo sereno.
El alma se
queda desnuda, sigue a tus pies.
Y mi sepulcro
atado de un suspiro en tu puerta,
Donde
duerme, donde sueña, y me lleva presa amor,
Amor de ti,
amor de mi… amor de uno, amor de dos…
Desasosegado
mi silbo grita, a tu oído sordo,
Y tu celo
incierto, tu odio me observa, me envenena…
Aquí sigo,
en cielo, en mar, en tierra,
Aquí sigo,
entre arena, bruma y faena,
¿Cómo
odiarte mi dulce, amarga condena?
Si todo lo
mío es tuyo y yo de ti…
Y si muero,
¿Viviría en tu recuerdo?
E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE
