viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Quien?


 
Y si muero ¿Quién me lloraría?
A caso ¿Alguien me extrañaría?

Indecisa en noches, camino por  sendas discordes,
En donde solo escucho los crispados gritos del silencio,
Pálida sombra doliente de entidad fatigante,
Que vaga yerto, que viaja yermo, frígido, enfermo,
Acuno mi alma al mundo, y el cuerpo al vacío.

Camina, escucha y calla, ya no sé si en ocaso duermo,
Se agota el cuerpo en cada entrega de mirada muerta.

¡Denigra mis penas, así mi llanto queda!
Hoy menguo mi olvido a tu dulce voz.
Pues ya más, esta impaciencia no puede…
Marcho, parto, ya no escucho este corazón,
Del cual fuiste, amargo, fariseo sereno.

El alma se queda desnuda, sigue a tus pies.
Y mi sepulcro atado de un suspiro en tu puerta,
Donde duerme, donde sueña, y me lleva presa amor,
Amor de ti, amor de mi… amor de uno, amor de dos…

Desasosegado mi silbo grita, a tu oído sordo,
Y tu celo incierto, tu odio me observa, me envenena…
Aquí sigo, en cielo, en mar, en tierra,
Aquí sigo, entre arena, bruma  y faena,
¿Cómo odiarte mi dulce, amarga condena?
Si todo lo mío es tuyo y yo de ti…
Y si muero, ¿Viviría en tu recuerdo?

E. B. R. (*S.G.*)
DOMINUS DESIDERATUM ENTEUS VITALUS
SEMPER AMORE