Río a carcajadas, de tanto sollozar,
Desquicia mi mente tu andar,
Silente, sublime, y vuelvo a vagar,
Mi cordura perdida, va en el ancho mar.
Ahogo tu recuerdo en el mio, sin par,
Cariño eterno, me reprimo en tu faz
Plegarias al viento, me dejan sin paz
Doblego la mente, me obligo a no llorar.
Estas donde debes estar, alegre y sosegada,
En tanto soy una sombra más, en éste desierto gélido
Mis lagrimas ahogadas, son vestigios de mi almohada,
Navegando en el fondo del corazón. Ancho mar de tu abandono,
¿Donde estás? que este sentimiento no perdono ni quiero acunar
Camino entre edenes, lo sé... aunque marchito va el ser,
Te grito entre cumbres de alaridos dementes, incesantes.
Mas mi pena grita resuelta, fugaces e inertes, vamos distantes,
Quiéreme en esta cruel cordura y clávame a la dulce locura,
Que mis deseos son cura y mi verdugo, eterno vergel...
Quiéreme como te quiero, en esta tenue magna ansiedad,
Más no me abandones ahora, en esta amarga soledad,
Que mi lecho se torna frío, y el sentimiento sombrio...
Mas ahora ahogo mi pena, engalanada de sonrisa fingida...
Y ante esta sublime, mundana herida...
Entre sollozos, voy, vengo, vago y ante silencio... Río.
S.G.
Entre mares. Río...
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