Dejo al universo mí ser,
En perfecta armonía y querer,
Regreso a los campos del edén,
Donde las llamas no arden,
Donde no hay sobresalto,
Me voy al sitial más alto…
Dejo al universo mi loco tanto,
Para cubrirme de dulce encanto,
Detengo el andar del llanto y canto,
Para ser parte del céfiro santo.
Sin nada que perder.
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14/Febrero/2014